“Morena” y el voto de la izquierda en Veracruz

 Por J. Enrique Olivera Arce


Tras observar y escuchar al ex candidato a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, conocer de los esfuerzos por construir la unidad de la izquierda en torno a la candidatura de Alejandro Encinas  en el estado de México, y enterarse que en Veracruz declara Juan Carlos Mezhua Campos, espurio dirigente estatal del PRD, que tanto AMLO como Marcelo Ebrard dividirán el voto en la contienda electoral del 2012 por la presidencia, no puede uno sino confirmar una vez más que el partido del sol azteca en la entidad no pasa de ser insepulto y ya hediondo cadáver.

Ajeno al sentimiento y convicción de las dispersas bases perredistas, Carlos Mezhua no hace sino reflejar el pensamiento derrotista y practica oportunista de los diversos “capos” de las también diversas tribus que en Veracruz conforman el PRD, que se resisten a aceptar tanto que su partido es un vacío cascarón sin presencia ni peso en la entidad, como el que la militancia tiempo ha que conjuntamente con las de Convergencia y PT y un buen número de ciudadanos sin partido, está a favor de impulsar desde ya y nuevamente la candidatura de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República y no la del Jefe de gobierno del D.F.

Bien maiceado y sin capacidad e inteligencia para ver más allá de su ombligo e intereses pueblerinos, lo que hace que Mezhua Campos afirme que se dividirá el voto, no es otra cosa que contemplarse en el espejo. El, como la mayoría de los dirigentes formales o morales del PRD en Veracruz, son los que desde la pasada campaña del ahora gobernador, Javier Duarte de Ochoa, dividieran el voto perredista, llamando a sufragar a favor de Miguel Ángel Yunes Linares, unos, en tanto que otros, tibiamente, a favor de Dante Delgado Rannauro. Para terminar trabajando para su santo, conformándose con las migajas que bien a bien les cediera el PRI.

Lo curioso de tal situación es que en Veracruz, la gente poco informada o desinformada por los medios de comunicación -que por cierto no entienden o no les conviene entender, de la diferencia entre el PRD y el movimiento social “Morena”-, desconoce la fuerza de Andrés Manuel López Obrador al equipararlo con el cochinero de la cúpula perredista. Sin que ello necesariamente les lleve a inclinarse a favor de Marcelo Ebrard, a quien la mayoría no conoce más que de oídas.

Situación que se agrava para el movimiento nacional que encabeza Andrés Manuel, en tanto que sus seguidores en Veracruz no tienen con qué, no saben, o no quieren, difundir de manera masiva la aclaración pertinente, que de luz sobre las abismales diferencias entre el cadáver nauseabundo y el Movimiento de Regeneración Nacional que impulsa el tabasqueño. Limitante que a su vez no es subsanada en apoyo por diversas y sólidas agrupaciones en constante movilización y organización en la capital de la República.

Perdiéndose la oportunidad en el tiempo, de aglutinar de manera organizada y consecuente a los simpatizantes del movimiento en Veracruz que, no siendo pocos, desorganizados y dispersos no reconocen más liderazgo que el que les ofrece López Obrador, toda vez que los liderazgos locales o no existen, están ausentes, o no crecen al no tener clara la diferencia entre los intereses partidistas del PRD, Convergencia y PT,  y los objetivos perseguidos por “Morena”.

Pues si bien en la coyuntura el Movimiento de Regeneración Nacional está dispuesto a participar electoralmente, impulsando la candidatura de Encinas en Edomex y en su momento la de Andrés Manuel en la búsqueda de la presidencia, los objetivos de mediano y largo plazo de la organización rebasan las expectativas electorales del corto plazo, como está explicitado en el programa de 50 puntos para cambiar a México. Así como también rebasan el estrecho marco ideológico, programático y operativo de la izquierda electoral representada por los partidos Convergencia, PT y PRD.

El movimiento de Regeneración Nacional es ciudadano, apartidista y con visión de largo aliento, no es un partido político más ni una extensión de los partidos arriba mencionados. Eso debe quedar claro y el explicitarlo es la tarea de los Comités locales de “Morena”, para avanzar en la organización y pesar en consecuencia en la entidad.

Lo que queda del PRD, así como Convergencia y el PT, son compañeros de camino en la coyuntura, no la fuerza sustantiva de “Morena”. De ahí que resulte inconsecuente la afirmación de Mezhua. El voto no se dividirá entre López Obrador y Marcelo Ebrard, uno y otro ya fijaron su postura, estando dispuestos a ceder en su momento a favor de quien tenga mayores posibilidades de triunfo. Corresponde a “Morena” hacer pesar su fuerza por sobre los limitados intereses electorales del PRD, imponiendo su convicción moral y política por sobre el pragmatismo cortoplacista de los oportunistas y vividores de la falsa izquierda de siempre, para inclinar la balanza a favor de Andrés Manuel.